El bitcoin es una moneda muy volátil, dado que su cotización depende enteramente de la oferta y demanda de un momento determinado.
Son varias las causas por las que se puede etiquetar de volátil a esta criptomoneda:
En principio, es una moneda relativamente nueva, su creación fue en el año 2009, y por lo tanto no hay garantías, ni elementos de cobertura para el bitcoin. Esto tiene que ver con la naturaleza de su creación. No hay gobierno ni entidad que regule su uso.
Los inversores o comercios que manejan la moneda, la aceptan como forma de pago, o como medio de inversión, pero a corto plazo. Esto sucede porque actualmente los tenedores prefieren tomar la moneda y revenderla rápidamente para no tener que soportar la volatilidad e inestabilidad del bitcoin.
El precio del bitcoin va a ser inestable hasta que no existan entes que regulen su uso. Según Andrea Peterson, columnista de The Washington Post, los inversores no recuerdan que fue el año 2009 cuando esta moneda surgió, y que desde ese entonces su cotización ha sido mucho menor de lo que es hoy en día, pero que gracias al hype que se le otorgó, sobretodo en el año 2013 subió a niveles exorbitantes, así como también cayo de igual forma.
Por lo que por el momento, en los tiempos que corren la cotización del bitcoin no se puede considerar estable.